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Homenaje de la U.G.A.B. a sus presidentes honorarios
EN SU ANIVERSARIO
Homenaje de la U.G.A.B. a sus presidentes honorarios
En el mes de su 103° aniversario, la Unión General Armenia de Beneficencia realizó un homenaje a quienes fueron sus presidentes honorarios. El acto tuvo lugar el sábado 17 de mayo ppdo. en la sala del Consejo Directivo de la institución, donde se reunió una nutrida concurrencia. Se encontraban presentes el embajador de Armenia en la Argentina, Sr. Vahakn Melikian; el primado de la Iglesia Apostólica Armenia para la Argentina y Chile, arzobispo Kissag Mouradian, el Consejo Directivo de la institución, encabezado por su presidente, Sr. Hampartzoum Haladjian, miembros de las subcomisiones de la entidad, representantes de instituciones comunitarias, benefactores e invitados especiales. Ante ellos, el expresidente de la institución, miembro del Consejo Central y actual presidente honorario, Sr. Rubén Kechichian, dirigió el mensaje de la institución en homenaje a esos hombres que dieron parte de su vida para el crecimiento y engrandecimiento de la institución.
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Dijo el señor Rubén Kechichian:
Mayo es el mes del centésimo tercer aniversario de la fundación de la filial Buenos Aires de la UGAB, primera entidad comunitaria de la República Argentina.
Obviamente centenares de connacionales integraron los cuadros institucionales en su más de un siglo de existencia, esforzándose por servir a la comunidad cubriendo sus necesidades prioritarias.
El tiempo y las circunstancias determinaron que algunos pocos, solamente cinco, llegaran a ser designados por sus pares como presidentes honorarios de la Institución.
Y vaya paradoja que los dos primeros, Hrant Nikotian y Armén Bergamali jamás integraron comisiones de nuestra Institución, siendo designados por sus relevantes contribuciones al desarrollo de la comunidad. Ambos fueron carismáticos y emblemáticos presidentes de la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia.
La Santa Sede de Etchmiadzín y Parekordzagán mantienen fraternales relaciones desde siempre, complementándose mutuamente en el servicio al pueblo armenio, tanto en la Madre Patria como en la Diáspora.
En la celebración del centenario de nuestra filial en mayo de 2011, Su Santidad Karekín 2º, Catolicós de todos los Armenios, destacó que el 70 por ciento del presupuesto de la Santa Sede lo cubre Parekordzagán y un selecto grupo de sus benefactores.
Nos comprenderán que por razones de tiempo limite las dedicatorias de cada homenajeado, haciendo hincapié especialmente en la transmisión de sus convicciones y experiencias, en sus hijos y nietos, factor fundamental en la perdurabilidad y vigencia institucional.
Todos ellos, Hrant Nikotian, Armén Bergamali, Haig Emirian, Hovsep Youssefian y Vahram Hairabedian tuvieron una gran vocación de servicio, protagonizaron un enorme liderazgo comunitario y dejaron un legado de armenidad que los convierte en símbolos y ejemplos para las futuras generaciones.
HRANT NIKOTIAN
Su desaparición física lo hizo eterno por su generosidad y su inmenso patriotismo.
Presidente Honorario de la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia, Presidente Honorario de la UGAB. El Consejo Central lo nombró presidente de la Comisión de colecta para la repatriación, que encaró con mucho éxito entre 1944 y 1946.
Nunca integró los cuadros activos institucionales, pero su hijo Jorge Nikotian fue fundador y primer presidente de la Liga de Jóvenes, en 1940.
Benefactor nato, supo transmitir con autoridad moral su ejemplo de generosidad logrando enormes objetivos comunitarios. A su mecenazgo le debemos la construcción de la Catedral San Gregorio El Iluminador en la década del 30.
ARMEN BERGAMALI
Fue por largos períodos presidente de la Institución Administrativa de la Iglesia Armenia, habiendo sido directivo de las entidades que la precedieron a partir de 1922, y destacado benefactor comunitario Por sus invalorables servicios prestados a la comunidad, y por su espíritu emprendedor y conciliador fue designado Presidente Honorario de la UGAB.
Tenía vínculos estrechos con la institución, ya que su consuegro, Parunak Sandaldjian, fue el presidente de la UGAB cuando se fundó la Liga de Jóvenes en 1940, y su hijo Rolando por largos años directivo de nuestra Institución.
Durante su presidencia la UGAB construye y cede las instalaciones para el funcionamiento de la Sección Secundaria del Instituto Arslanian, hoy San Gregorio El Iluminador, por iniciativa de la Comisión de nuestra Institución presidida por Haig Emirian, que marca a todas luces el espíritu de cooperación comunitaria existente.
Cabe destacar que Armén Bergamali presidió comisiones de la IAIA pluralitarias, con representación de todas las agrupaciones partidarias de la comunidad.
HAIG EMIRIAN
Responsable directo de la planificación y construcción de este monumental edificio de 9000 mts. cuadrados, que hoy disfrutamos plenamente.
Si Parunak Sandaldjian debe ser recordado por inaugurar la etapa de la juventud dejando atrás la necesaria misión asistencialista desarrollada por décadas, Haig Emirian debe ser considerado el padre del gran cambio institucional, convirtiendo a Parekordzagán en una entidad pujante, emprendedora y abarcativa.
Entre 1959 y 1973 preside con enorme dedicación esta entidad, ganándose la confianza del presidente del Consejo Central Alex Manoogian que apoyó incondicionalmente su gestión convirtiéndolo de oficio en su representante en Sudamérica.
Gracias a su empeño se logró la compra de la monumental sede de Córdoba y del enorme predio de Montevideo, ciudades a las que viajó en incontables oportunidades como un indiscutido lider institucional.
Gracias a su generosidad la seccion primaria del instituto Marie Manoogian lleva el nombre de su esposa Berdjuhí Emirian, y el gimnasio su nombre Haig Emirian.
Durante su gestión tuve el honor de presidir la Liga de Jóvenes por 10 años y fui testigo elocuente de su espíritu altruista, su generosidad, su patriotismo y su bonhomía, méritos por los que supo granjearse el respeto y aprecio de todos los que lo conocieron.
Personalmente me sentí sumamente respaldado y alentado por él en mi gestión juvenil.
Su esposa Berdjuhí, por años presidenta de la comisión de damas y miembro honoraria del Consejo Central, sus hijas María Rosa, integrante del Consejo Directivo, y Marta, presidenta actual de la Comisión de Damas, transitaron el día a día con nuestro querido Haig Emirian, respaldándolo desde el plano familiar.
Hoy Juan, su nieto, es uno de los responsables institucionales de uno de los mayores emprendimientos de su abuelo, el Instituto Marie Manoogian. En 1974, en el transcurso de una cena aniversario con la presencia del director general del Consejo Central Misak Haigents, recibe el título de presidente Honorario, y su compañero de comisión Kevork Kechichian, secretario general honorario. Por largos años siguió al frente del proyecto edilicio que concretó fiel a la promesa empeñada.
HOVSEP YOUSSEFIAN
Durante su gestión se continuó la construcción del edificio y se dio impulso al crecimiento del Instituto Marie Manoogian.
Destacado orador, motivaba a sus colaboradores institucionales con sus amenas referencias históricas y, fundamentalmente, con su fiel interpretación de los postulados y trayectorias institucionales. Su enorme capacidad dirigencial y su vocación de servicio le valieron para ser elegido por varios períodos como integrante del Consejo Central Mundial con sede en Nueva York.
Benefactor y miembro honorario del Consejo Central, dejó enseñanzas invalorables que formaron a numerosas generaciones de jóvenes, muchos de ellos hoy con responsabilidades comunitarias importantes.
Miembro de una familia tradicional vinculada a la comunidad y a la institución en particular, supo transmitir a su esposa e hijos ese sentimiento de pertenencia que los caracteriza.
María, su esposa, es miembro honoraria de la comisión de damas y permanente colaboradora de la misma. Su hija Rosita, por largos años coordinadora de la sección armenio de nuestro Instituto, miembro honoraria de la filial y portadora de la condecoración Surp Sahag-Mesrob de la Santa Sede de Etchmiadzín.
Con su hijo Daniel hemos transitado juntos años en la Liga de Jóvenes donde cumplió una meritoria actuación.
Sus nietos Ignacio y Francisco, hijos de Marta y Rafael, fueron presidentes de Liga de Jóvenes y hoy encabezan la comisión de YP y de deportes de Parekordzagán, respectivamente.
En memoria de nuestro querido Hovsep, su esposa patrocinó la publicación de un misal bilingüe, símbolo del amor y fidelidad que nuestro homenajeado tenía para con la Iglesia Apostólica Armenia.
VAHRAM HAIRABEDIAN
Recordamos hoy a un maestro que predicó, fundamentalmente, con su ejemplo. Dispuesto a ofrecer siempre la otra mejilla, cumplió con verdadera vocación cristiana su apostolado al frente de la Institución.
General y soldado, siempre era el primero en cumplir con los mandatos institucionales. Sus períodos fueron inusualmente integrados por muchos jóvenes, ex alumnos del Instituto o ex integrantes de Liga de Jóvenes a quienes incentivó y alentó permanentemente.
Respetuoso de la trayectoria de quienes integraron anteriormente las diferentes comisiones, tenía a flor de labio las palabras justas para resaltar méritos, esfuerzos, dedicación.
En una decisión comunitaria sin precedentes fue designado presidente de la delegación de Buenos Aires para asistir a la primera reunión Armenia-Diáspora, participando, además, en numerosos eventos y asambleas internacionales de UGAB.
Las relaciones interinstitucionales encontraron en él un incansable promotor, predicando permanentemente la concordia y el entendimiento entre los dirigentes.
Durante su presidencia en 2005, se inauguró en la Catedral Metropolitana el Altar Armenio donado por la Institución con un proyecto del arquitecto Toufeksian, y erigido por expreso deseo del Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco, en recordación del Genocidio de 1915, tal cual reza en la placa adjunta.
Rosita, su esposa, fue su silenciosa e incondicional colaboradora.
Dos cosas caracterizaban en común a todos nuestros presidentes honorarios, la primera, la enorme tolerancia que demostraron en sus trayectorias comunitarias, imprescindible para garantizar la convivencia y armonía comunitarias, y la segunda, la incondicional devoción por la Iglesia Apostólica Armenia, lo que les valió ser condecorados por los patriarcas de Etchmiadzín con la máxima insignia de San Gregorio El Iluminador.
Desde hoy nos guiarán con su imagen en esta Sala de Consejo Directivo.
Dios los tenga en la gloria.]]>