Campamento de Verano – Grupo Scout General Antranik
Bajo el lema “descubrirás nuevos ríos al perder de vista tu orilla” el Grupo Scout General Antranik cerró su año scout en San José, Colón, Provincia de Entre Ríos. El hermoso lugar los recibió con días soleados y calurosos, junto al río, a metros del camping, desde donde se podía observar la costa uruguaya. Amanece un hermoso cielo y el último turno de la guardia despierta al equipo de apoyo. Poco a poco salen algunos madrugadores de las carpas y saludan con cara de sueño. El sol ilumina todo el campamento. Es hora de la apertura. A pesar de ser temprano los gritos de cada rama llenan de energía la mañana. Se izan las banderas, se dan las informaciones generales y… ¡նախաճաշը (el desayuno)! Comienza un día de Antranik en Entre Ríos. Como en todos los campamentos, hubo actividades que involucraron a todo el grupo, además de los fogones, aperturas y cierres. El día de armenidad, հայերէնը ներկայ էր խօսակցութիւններով, երգերով, պարերով եւ խաղերով (en el que las actividades y los juegos se realizan en idioma armenio), el de espiritualidad, con reflexiones tanto para los más chicos como para los más grandes, y el paseo en catamarán son algunos de los ejemplos. Durante los últimos días recibieron las visitas de Rubén Kedikian, Presidente de UGAB, Antonio Sarafian, Vicepresidente y Mihran Dicranian, Secretario, y de miembros del Equipo de Apoyo y del Equipo de Ex Jefes y Subjefes, con quienes compartieron el Gran Juego y el fogón bajo un cielo estrellado. La Manada, ամենա փոքրիկները (los más chiquitos), recibió el Ankus del Rey el primer día del campamento, pero lamentablemente este fue robado días después. La misión del campamento era entrenar todos los días para convertirse en lobatos ejemplares dignos de recuperar el bastón sagrado. Cada día, bajo la mística de personajes de la selva como Baloo, Bagheera y Kaa pusieron a prueba sus habilidades físicas, creativas y mentales, transformándose así en lobatos ejemplares. Se puede decir, con orgullo, que crecieron mucho a lo largo de estos días, aprendieron de todo un poco y también… ¡lograron recuperar el Ankus! La Unidad Scout estuvo viviendo como piratas. Día a día recibían mensajes con la ubicación del botín que debían utilizar con sumo cuidado para sobrevivir, ya que con este dinero se costeaban sus comidas diarias y otros materiales necesarios para cocinarse o realizar construcciones. Viviendo como piratas aprendieron de orientación, criptografía y de cabuyería, construyeron una mesa para su rincón, catapultas para derribar barcos del equipo pirata contrario y balsas a escala real que soportaron más peso del esperado. La Comunidad Caminante vivió su campamento como viajeros en el tiempo. Saltaron de una época a otra, transitando por la Era Cenozoica, el Antiguo Egipto, la Revolución Francesa y muchas más. Cada era les proponía desafíos en base a las áreas de crecimiento de la comunidad y como resultado comenzaron la construcción de sus cartas de marcha, proponiéndole objetivos personales a cumplir durante el año. Llevaron a cabo, con el acompañamiento de la rama Rover, el Día del Líder, donde tuvieron sus experiencias como dirigentes de las ramas menores. Durante el campamento realizaron una salida reflexiva de 24 horas por sí solos, llamada Raid, durante la que debían caminar hacia un destino fuera del camping base, cumplir ciertos desafíos y regresar al campamento en el mismo horario en que habían salido. La Comunidad Rover vivió un campamento en torno al servicio. Estuvieron a cargo de la supervisión del Día del Líder y de la organización de actividades para el resto de las ramas: una charla con actividades sobre el armado de un botiquín para la Manada, una dinámica de códigos y criptografía con mensajes ocultos para la Unidad Scout, y actividades en torno al área de crecimiento “creatividad” de la rama Caminante. También, cada Rover pasó un día como colaboradora de alguna de las ramas, viviendo la experiencia de ser dirigente en primera persona. Realizaron un servicio para con un Hogar de Niñas en Colón, donando útiles escolares de la colecta previamente realizada y también comprados con dinero de la rama. Pasaron la tarde con las niñas, conocieron el lugar y se quedaron a enseñarles algunas danzas scout. Tuvieron sus actividades como rama desarrolladas en torno a cada Rover, lo que reforzó la unión dentro de la rama. Un campamento que dejó una larga lista de anécdotas y de risas compartidas. Una experiencia de crecimiento que vuelven a Antranik un grupo scout cada vez más unido. Միշտ պատրաստ ¡Siempre Listos!]]>