Ara Khatchadourian, corrió por la paz y contó sus experiencias en la Casa Scout
A mediados del año pasado, en el marco de la campaña “Run for Peace”, corrió desde Marsella hasta Yerevan. Antes escaló el Everest y el Ararat, también por campañas solidarias.
El miércoles 23 de enero a la tarde, los jóvenes de la UGAB (YP Jóvenes Profesionales, Liga de Jóvenes, Grupo Scout General Antranik, UGAB deportes y revista Generación 3) organizaron un encuentro con Ara en la Casa Scout. La charla fue en armenio, con el apoyo en la traducción a cargo de Ari Adjemian, Jefe Scout, y la introducción de Alexis Mouradian, quien dirige la Liga de Jóvenes.
El deportista armenio comenzó contando sobre su vida, su infancia en el Líbano, la guerra y luego su mudanza a Marsella, Francia. Siguió su charla con dos videos muy emocionantes. El primero era sobre su escalada al Everest: grandes cumbres nevadas, carpas amanecidas con nieve, paisajes blancos, compañerismo y por último la cima, en donde clavó la bandera de Armenia y de UGAB, entre otras. Cada fragmento de los videos despertaba aplausos espontáneos del emocionado público presente.
El segundo video fue sobre “Run for Peace”: desde su salida en Marsella, con excelentes tomas de él mismo corriendo por Mónaco, Croacia, Belgrado, Eslovaquia, Turquía, Georgia y… -entre aplausos y emoción- Armenia. Apenas pisó la patria, ya lo habían invitando a participar de un cumpleaños que estaba transcurriendo en las típicas glorietas que hay en los caminos; los hospitalarios compatriotas recitaron “guenats” por Ara y por la patria y así siguió su camino. Mientras se proyectaba el video, él iba contando quiénes formaban parte del equipo, acompañándolo desde una casa rodante, en donde dormía. Así mostró cómo lavaba la ropa para el día siguiente y se cocinaba comidas energéticas para seguir el ritmo.
En Armenia primero pasó por Gyumrí, y cuando entró en Yerevan, el embajador de Francia y un grupo de jóvenes se sumaron a los últimos 5k hasta llegar a la Plaza de la República, donde lo esperaban con un acto de bienvenida. Ese fue el fin del recorrido después de 4550 km, 170 días, once pares de zapatillas utilizadas, muchas anécdotas y nuevos amigos. Objetivo cumplido.
Más cosas siguió contando gracias a las preguntas disparadoras del público: cómo fue recibido en Artsaj, cuál es su próximo objetivo, cómo fue su corrida por Turquía, y en qué creía que lo había ayudado ser Scout para lograr estas hazañas. Contestó a todas la preguntas con dedicación. Contó que en Turquía tuvo la oportunidad de hablar con mucha gente que no sabía nada sobre el Genocidio Armenio, y que algunos se horrorizaban de que sus antepasados pudieron haber cometido esos crímenes. Destacó que ser Scout y haber formado parte del equipo de Básquetbol de UGAB Líbano fue determinante para sus logros, y fue lo que formó su personalidad.
Al finalizar, miembros del Grupo Scout le entregaron una pañoleta scout, la Liga de Jóvenes le obsequió un equipo deportivo de UGAB y la comisión de Madres le regaló una gorra. Por su parte, Ara les firmó la remera que los chicos del Instituto Marie Manoogian usan para practicar gimnasia.
La charla siguió en el patio, entre fotos y más anécdotas que querían escuchar los presentes, atraídos por su personalidad alegre y relajada y por su forma de ver la armenidad y la vida.
Fue un honor haber recibido a Ara, un miembro de UGAB del mundo, y un hombre comprometido con la paz. Fue una alegría que se haya sentido como en casa, como parte de la gran familia de Parekordzagán.