El Grupo Scout General Antranik realizó su campamento anual
La semana transcurrió acompañada de días soleados y calurosos así como fuertes lluvias y vientos, pero nada impidió que, desde el más pequeño hasta el más grande, todos se divirtieran. Como en todos los campamentos, hubo actividades que involucraron a todo el Grupo, además de los fogones, aperturas y cierres. Las actividades de armenidad y de espiritualidad que, a través del juego, les recordaron a todos la importancia de sus raíces armenias y el valorarse a sí mismos, respectivamente, y el paseo por el Centro Aeronaval de Punta Indio, son algunos de los ejemplos. También hubo visitas a la playita cercana y un gran juego nocturno aprovechando el establecimiento y su historia referente al ex gobernador Carlos Casares.
Además, el último día el Grupo recibió las visitas de Rubén Kedikian, Presidente de UGAB y José Tabakian, Gerente de la Institución, así como de miembros del Consejo de Padres, del Equipo de Ex Jefes y Subjefes y de la Liga de Jóvenes, con quienes compartieron el gran fogón bajo un cielo estrellado, el gran juego final y un partido de fútbol improvisado.
La gran temática de este campamento fueron los 5 Reinos de la Naturaleza. Cada rama realizó sus actividades alrededor de cada Reino, compartiendo los aprendizajes en forma de sketch durante los fogones de bienvenida y despedida.
La Manada fue caracterizada por el Reino Animal. Cada día emprendieron un viaje secreto por los diferentes grupos de animales tomando sus características, aprendiendo sobre ellos y descifrando mensaje tras mensaje. Recorrieron aire, agua y tierra, y jugaron con todos los animales existentes. No faltaron los juegos de mesa y los momentos de distensión y aventura entre ellos; armaron y delimitaron su rincón, sus carpas y visitaron el río. Uno de los lobatos, Langhur, tomó su promesa por primera vez en el grupo, siendo este un gran paso en su vida como scout.
La Unidad Scout estuvo viviendo en el seno del Reino Plantae. Construyeron su mástil, una mesa, un columpio, una construcción para superar la altura de los árboles, una pileta de barro para lo que sería la gran guerra que vendría luego. Aprendieron sobre el cuidado del medio ambiente y levantaron grandes cantidades de basura por el camping, jugaron mucho con agua y fueron al río. También hubo un promesado en la rama: Juan recibió su pañuelo de grupo tras una ceremonia secreta y asumió un gran compromiso para con el grupo y con sí mismo.
La Comunidad Caminante vivió su campamento como el Reino Fungi. Caracterizados por los hongos, sus actividades se basaron en las características de los diferentes tipos de hongos y en su capacidad de tomarlos y aprender de ellos mismos. Llevaron a cabo el día del líder, donde tuvieron sus experiencias como dirigentes de las ramas menores exitosamente. Durante el campamento realizaron una salida reflexiva grupal de 24 horas por sí solos, llamada Piquete, durante la cual debían caminar hacia un destino fuera del camping base, cumplir ciertos desafíos y regresar al campamento en el mismo horario en que habían salido. Los Caminantes tuvieron también un nuevo promesado: Viken, quien eligió ser formalmente parte de esta gran familia.
La Comunidad Rover vivió un campamento en torno al servicio, representados por el Reino Protista. Participaron de la organización del mismo, habiendo elegido previamente una rama en la cual colaborarían durante la totalidad del campamento y vivieron sus últimas experiencias como Rovers antes de tomar la decisión de continuar como colaboradores en el Equipo de Jefatura y dejar atrás su etapa de beneficiarios.
Finalmente, el EdeJ, caracterizados por el Reino Monera, tuvieron la ceremonia para Matías quien renovó su compromiso como dirigente y recibió el tradicional pasapañuelos del equipo de jefatura, finalizado el campamento.
También fue parte esencial de este campamento el Equipo de Apoyo, conformado por Fabi y Karina, madres de integrantes del grupo, Cristina “La Tana”, ya parte de la familia, y Rama, Ex-Jefe de Grupo, quienes desinteresadamente colaboraron con el Grupo y se aseguraron de que cada plato de comida servido fuera lo más sabroso posible. Así fue como esto resultó un gran menú de campamento que incluía comida armenia, milanesas, pizzas, budines caseros y mucha fruta.
Así, al son de la canción de campamento escrita con la participación de todos, finalizó un viaje que superó todas las expectativas. Un gran campamento para cada rama y para el Grupo en su totalidad, remarcando la importancia de la convivencia de cada Reino en equilibrio sin olvidar los aportes valiosos de cada uno de sus individuos. Siguiente parada: ¡Armenia!
Միշտ պատրաստ
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