Participamos del Proyecto Zarmanazán de capacitación de docente
Melisa Camblor, egresada y docente de idioma armenio en 1° grado del Instituto Marie Manoogian, nos cuenta su experiencia en el programa Zarmanazán que se desarrolló del 11 de julio al 6 de agosto en Francia
Este programa intensivo del Departamento de Comunidades Armenias de la Fundación Calouste Gulbenkian, tiene como objetivo la capacitación de docentes de lengua armenia occidental en la diáspora de forma metodológica e idiomática con un aval certificado por el instituto nacional de lenguas y civilizaciones orientales (INALCO).
Es la 3ra vez que desde UGAB Buenos Aires enviamos a una docente del IMM para participar del mismo. Los invitamos a conocer un poco más del programa y la mirada de Melisa:
¿Cómo funciona el programa y la capacitación?
Dicho cometido, lo hace a través de un campamento de un mes para jóvenes de diferentes partes del mundo, que si bien, conocen el idioma, no lo tienen como principal lengua de comunicación. En este campamento, nos encontramos con jóvenes entre 9 a 24 años de edad, que son de distintas partes del mundo, quienes participan en forma voluntaria, realizando distintos talleres a los que asisten todos los días de 9 a 20 horas, realizando distintas actividades, entre ellas: teatro, escultura, dibujo, redacción, fotografía, canto, capoeira, yoga, y muchos más! La libertad de expresión es el eje central, donde los intereses de los niños juegan un papel importante. La Creatividad y la Libertad, son pilares fundamentales de los chicos en el proceso de aprendizaje.
Los talleres se dividían en distintas categorías, en algunas de ellas los niños podían elegir de acuerdo a sus preferencias y en otras se agrupaban de acuerdo a su edad. Estos talleres fomentan que los niños adquieran nuevos conocimientos o perfeccionen los que ya tenían, expresándose en forma libre y enriqueciéndose los unos con los otros, respetándose y formando lazos entre ellos.
También hay que hacer hincapié en que esta libertad, produce la sensación del poder expresar sus ideas tranquilamente, sin el miedo a equivocarse o ser juzgados.
¿Qué fue lo que más te llamó la atención?
Algo que me asombró, fueron las distintas formas que tenía la organización al momento del almuerzo. Los niños, no se sentaban de acuerdo a sus preferencias de amistades, sino que todos los días, se realizaban distintos juegos para el orden de los comensales. Los chicos sacaban de una caja, un papel en dónde se veía reflejada la mesa que les tocaba al azar, de acuerdo a una categoría de juego elegida. Un día eran los signos del zodiaco, otro día los colores, otro día los planetas. De esa forma, en las mesas los chicos compartían con niños de distintas edades, fluyendo distintas comunicaciones mediante el idioma armenio.
¿Cuál fue tu rol en el programa?
Las docentes invitadas, tuvimos un rol de observación y capacitación, en donde compartíamos entre las distintas docentes, que asimismo, también eran docentes de todas partes del mundo, las diferentes formas de enseñanza. Me encontré en un grupo de 12 hermosas profesionales docentes, de las cuales 4 éramos de Buenos Aires, y las demás de Estados Unidos, Armenia, y demás. Nos levantábamos muy temprano, desayunábamos y a las 9 comenzábamos la jornada de capacitación. Tuvimos clases de literatura creativa y recursos tecnológicos aplicados a la enseñanza, pedagogía aplicada al idioma armenio, observaciones de los distintos talleres de los jóvenes, y debates y devolución en donde reflejábamos los distintos puntos de vista.
¿Qué representó para vos este viaje?
Personalmente, viví una experiencia irrepetible, realmente una experiencia muy enriquecedora, tanto a nivel personal, profesional y en el idioma armenio. Desde el comienzo del día hasta el final del mismo, escuchando y hablando el idioma armenio, me hace resurgir sentimientos de mi lengua armenia que deseo trasmitir a cada niño /alumno. Este viaje representó un shock de energía, alegría, juventud, recuerdo de mis abuelos a flor de piel. Sabemos que la realidad de la diáspora armenia en el mundo y de Zarmarazán, es buscar diferentes estrategias para revitalizar la lengua armenia y evitar su extinción total. La UNESCO en el año 2010 declaró al armenio occidental como una de las lenguas que se encuentra en peligro de extinción. Desde mi lado, me persigue esta inquietud, ¿Cómo nos afecta esto a las docentes de idioma armenio, y qué podemos aportar desde nuestro lugar? En este proyecto, me di cuenta que cada país tiene su problemática en cuanto al idioma armenio occidental, ya sea por falta de recursos o por aprendizaje en las diferencias del idioma armenio occidental u armenio oriental hablado en la familia. A raíz de esto, la fundación Gulbenkian plantea diferentes proyectos como así también está aportando libros de textos y literarios, genera diferentes materiales didácticos, portales digitales, encuentros para docentes y cursos por zoom.
Cierro esta hermosa experiencia que me brindó herramientas, oportunidades de reflexión. Ver dónde estamos parados y hacia dónde queremos ir, siempre con una mirada hacia cambios y nuevos horizontes . El idioma armenio es comunicación en todos los aspectos. Desde que regresé incorporé varias herramientas y metodologías de cómo abordar los diferentes temas. Hay mucho camino por recorrer. Siempre hay que estar bien predispuesto a los cambios. Soy la tercer docente que envía el instituto Marie Manoogian y puedo decir y sostener que se implementan estas nuevas metodologías desde el jardín de infantes hace ya unos años y que está dando muy buenos resultados!
Agradezco a mi querido IMM, mi segundo hogar, por esta gran oportunidad y deseo que se siga llevando a cabo. Que puedan ir todas las docentes de los distintos colegios que formamos la comunidad como así también, hacer partícipes a los alumnos.
Gracias Melisa por poner en palabras todo lo que significa este viaje y la importancia de seguir enseñando el idioma armenio como parte de nuestra identidad y cultura.