AGBU insta a los líderes mundiales y los medios de comunicación a exponer los falsos pretextos de Azerbaiyán para la limpieza étnica de los armenios
Hoy, mientras los jefes de Estado y periodistas internacionales se concentraban en la Asamblea General anual de la ONU en Nueva York, Azerbaiyán promulgó la siguiente fase de su plan maestro para expulsar a los armenios de Nagorno Karabaj de sus tierras autóctonas, lanzando una operación militar a gran escala contra formaciones de defensa armenias. También anunció que está proporcionando una ruta segura para “evacuar” a la población civil y mantenerla fuera de peligro.
Este acto de supuesta benevolencia va en contra de la realidad, pero los medios de comunicación mundiales lo informan sin el contexto adecuado. Esta falta de perspectiva sólo ayuda a Azerbaiyán a completar su misión de limpiar la región de todo rastro de vida, cultura e historia armenias.
Bajo el falso pretexto de que las fuerzas de defensa armenias provocaron este ataque antiterrorista azerí colocando minas terrestres que mataron a varias fuerzas azeríes, Azerbaiyán ha justificado una vez más sus acciones agresivas con afirmaciones no probadas que muchos en la comunidad internacional y los medios de comunicación mundiales siguen tomando al pie de la letra.
Esta estrategia de falsa equivalencia ha ayudado a que Azerbaiyán viole las mismas leyes y convenciones que la ONU estableció para prevenir la limpieza étnica y el genocidio en primer lugar. En efecto, las descaradas acciones militares y las evacuaciones forzadas de Azerbaiyán están enviando un mensaje cínico a la comunidad mundial, nada menos que durante la semana de la Asamblea General de la ONU. Le está diciendo al mundo que puede operar fuera del orden mundial internacional simplemente porque nadie está dispuesto a comprobar la veracidad de sus afirmaciones o a poner esta agresión en perspectiva como parte de un patrón de comportamiento genocida denunciado recientemente por agencias y expertos de derechos humanos, entre ellos Estados Unidos, Francia y otros funcionarios gubernamentales.
En el contexto de todos los demás crímenes de lesa humanidad cometidos por Azerbaiyán contra los armenios durante décadas y, más recientemente, en la guerra de Artsaj de 2020 y sus secuelas, los líderes y los medios de comunicación mundiales deben actuar con la debida diligencia para investigar a fondo estas narrativas artificiales azeríes y evitar emitiendo declaraciones e informes neutrales que pintan a los armenios como todo menos víctimas claras.
AGBU cree que ha llegado el momento de poner fin a esta política tácita de culpabilidad de “ambas partes” entre Azerbaiyán y Armenia por el deterioro de la situación en Nagorno Karabaj.
“Mientras los armenios de Artsaj están al borde de la expulsión de sus tierras ancestrales, la comunidad mundial no ha logrado encuadrar la crisis con precisión”, afirma Berge Setrakian, presidente de AGBU Global, la organización humanitaria armenia más grande del mundo.
“Existen numerosos relatos documentados que indican que los armenios de Nagorno Karabaj no inician la violencia física contra Azerbaiyán sino que siempre han optado por buscar remedios legales para conservar su estatus histórico como entidad política autónoma. Sólo cuando Azerbaiyán decidió utilizar la violencia para impedir que los armenios mantuvieran su derecho a la autodeterminación fue que intentaron defenderse militarmente. Aparentemente Azerbaiyán no cree que un grupo de personas asediado, oprimido y étnicamente discriminado tenga derecho a defender su propia supervivencia”, dijo Setrakian.
Azerbaiyán siempre ha sido el agresor y perpetrador de violencia, lo que resultó en una letanía de tácticas criminales y mortales, como el bloqueo económico de nueve meses de Nagorno-Karabaj, el uso de armas químicas, la tortura de prisioneros de guerra, la profanación de iglesias armenias y objetos sagrados cristianos, y los bombardeos de objetivos civiles. Todos estos crímenes deben tenerse en cuenta a la hora de informar o comentar sobre la crisis actual.
“El contexto, las pruebas contundentes y las misiones de investigación originales son la única manera de llegar a la verdad y buscar justicia en este caso”, dice Arda Haratunian, miembro del Consejo Central de AGBU y experta en Media Relations. “El mundo se lo debe a los armenios, que han sufrido inmensamente por equivalencias falsas y por informes en gran medida inadecuados durante mucho tiempo. Cuando el resultado es la destrucción de un pueblo pacífico y democrático y el asesinato de vidas inocentes, incluidos niños, es crítica y necesaria una cobertura completa y precisa.”