Carta de Su Santidad Karekín II al señor Rubén Kechichian
Carta de Su Santidad Karekín II, Catolicós y Patriarca Supremo de todos los Armenios, al señor Rubén Kechichian, en ocasión del homenaje que se le realizara con motivo de cumplir 60 años de su asunción como presidente de la Liga de Jóvenes de la UGAB de Buenos Aires
Distinguido señor Rubén Kechichian
Buenos Aires, Argentina
Estimado señor Kechichian,
Desde la Santa Sede de San Etchmiadzín, le enviamos nuestro cariño, bendiciones y los mejores deseos.
Lo conocemos personalmente y estamos familiarizados con su extensa trayectoria de servicio a la nación. Desde joven ha estado involucrado en la misión de la Unión General Armenia de Beneficencia y ha asumido el cargo de presidente de la Liga de Jóvenes de Buenos Aires, desplegando fructíferos esfuerzos en la gratificante labor de aglutinar a los jóvenes armenios en torno a la institución.
Hoy tenemos la oportunidad de reflexionar acerca de la continuidad de su servicio en beneficio de la organización benéfica con celo indiscutible durante toda su vida, al frente de la filial de Buenos Aires durante muchos años, además de haber integrado el Consejo Central. Nos alegra que la filial de Buenos Aires de la UGAB, bajo su presidencia, haya realizado un gran y luminoso aporte en la vida espiritual y patriótica de nuestros hijos creyentes de la Argentina.
Distinguido señor Kechichian, en ocasión de nuestras visitas Patriarcales a la Diócesis Armenia de Argentina, hemos sido testigos de su constante apoyo a la Diócesis, contando también con los buenos testimonios del anterior Primado de la Diócesis arzobispo monseñor Kissag Mouradian y del actual Locum tenens de la Diócesis padre archimandrita Arén Shaheenian.
Es una gran satisfacción para nuestro Patriarca que con el alto aprecio hacia su patriotismo, su amor por nuestra Iglesia y por San Etchmiadzín, haya condecorado el pecho de un hijo fiel de Armenia con el alto honor de la orden de “San Nersés Shnorhalí” (San Nersés el Agraciado), de nuestra Santa Iglesia Apostólica.
Frente al Altar Sagrado del Descenso del Unigénito, deseamos desde el fondo de nuestros corazones que Dios Todopoderoso sea siempre vuestra fuerza y sostén, os conceda salud y todas las bondades.