El diputado turco de origen armenio, Garo Paylan, visitó la UGAB junto a la diputada Erbu Günay
Los diputados forman parte del opositor Partido Democrático de los Pueblos, que tiene una gran dedicación por los Derechos Humanos y el reconocimiento de las minorías en Turquía. Kedikian comenzó hablando sobre esta labor que llevan a cabo y comentó que, por ejemplo, no permiten entrar al partido a ningún hombre que tenga más de una mujer (nota: en Turquía está admitida la poligamia). También se dirigió directamente a Garo: “Te veo a vos, Garo, y veo a Hrant Dink y a su lucha” dijo, y le deseó éxitos en su labor y en la tarea de abrir nuevos caminos con sus ideas.
El diputado Paylan, agradeció la reunión y saludó a todos muy cálidamente. Habló sobre los temas que le preocupan: la actualidad de la diáspora en relación a Armenia actual y a Armenia histórica; las nuevas generaciones de armenios en la diáspora; la actualidad de los armenios en Turquía y la actualidad del patrimonio cultural-religioso armenio en Turquía. “Hay una puerta cerrada que debe abrirse” dijo Garo, contestando la pregunta acerca del papel que cumple Armenia hoy. “Tenemos que pensar nuevas ideas. Si abrimos la frontera, tendremos nuevos encuentros culturales, económicos, etc. Si comenzamos a conectarnos con -poniendo como ejemplo- Van, se empezarán a crear nuevos lazos, y ahí todo será más fácil. En esa zona hay muchas iglesias. Todas en mala situación. Si seguimos sin hacer nada, en 10 o 15 años estarán destruidas por completo. De las 3000 iglesias armenias que hay en Turquía, solo 500 están de pie. De las demás solo hay bases. Hay que pensar nuevas ideas, aprovechar los pragmatismos. Aunque para Turquía solo sirva de más turismo, para nosotros será muy importante. En Van, en Kars, hoy hay mucha pobreza. Las dos partes ganarían. Tenemos que pensar en ese sueño y tener ideas”.
Por otro lado, destacó la importancia de que los más chicos también sepan de qué pueblo vienen: “Nuestra generación dice ‘soy Urfatzí, Hadjintzi, Marashtzi, Aintabtzi’, etc. pero cuando le preguntás a los más pequeños no saben, y solo nombran a Yerevan. Eso está bien, pero también tienen que saber de dónde vienen. Turquía está tranquila porque piensa que en un par de generaciones más todo eso se olvidará. No tiene que ser así”.
Sobre su vida en Turquía hoy dijo: “Si vos demostraste fuerza, ellos se retiran un poco. Tenemos que luchar por los derechos. No estamos solos. Tengo amigos en Turquía, amigos kurdos. Tenemos empatía con ellos y ellos con nosotros, por la situación que están viviendo ahora, comparable con lo que vivimos nosotros”.
Al igual que ocurrió durante su conferencia en el Congreso de la Nación, los presentes quedaron admirados con su forma de hablar y con sus ideas. Terminaron la reunión disfrutando de la comida armenia de la Cena de los Viernes y Sábados, atendida por los alumnos de 4to año del Instituto Marie Manoogian pro Viaje de Estudios a Armenia.